Desde la semana pasada en la capital del país, en el hermoso
México Distrito Federal el caos ha reinado, frase por demás trillada en esa
ciudad en la que desde siempre el caos la ha caracterizado, siempre ha habido
marchas, plantones, ladrones, secuestradores, vendedores, personas de cualquier
estrato social o denominación cultural, es una ciudad cosmopolita en todos los
sentidos. Sin embargo la semana pasada miles de “maestros” a los cuales prefiero
llamar profesores, decidieron invadir el DF, instalaron casas de campañas en la
plancha del zócalo capitalino y ahí se han mantenido ante las condiciones climáticas,
y decidieron también empezar a movilizarse a diferentes puntos de la ciudad
cerrando el recinto legislativo de San Lázaro, cerrando el acceso principal al
aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, cercando los accesos a las
televisoras, a los pinos, en fin, obstruyendo a un más las ya de por sí
obstruidas y saturadas vías de comunicación de esta urbe, a la vez de
complicando más la vida a los millones de personas que viven está.
Todo lo anterior ha sido hecho en pro de “tirar” la reforma
educativa o en su defecto de que no se apruebe el instituto de evaluación
docente que el presidente EPN está proponiendo y el cual es el punto central de
la reforma educativa. Los bloqueos, las marchas y todas las molestias que esto
ocasiona no deberían de perturbar tanto a una urbe que ya está acostumbrada a
estos desmanes ¿cierto? pero que pasa cuando en contraste con esto vez que hay
miles de niños y jóvenes sin clases en los estados que tienen los índices de
nivel educativo más bajos del país, que en la prueba enlace (único elemento de
prueba existente en el país para la evaluación de los maestros ante grupo) se
negaron a hacerlo o simplemente lo reprobaron, cuando en pleno plantón reciben
“bono por ajuste de calendario” y son informados de que se les pagara su nomina
normal en Cd. de México ¿qué pasa con la ciudadanía?
Los maestros disidentes de la CNTE como se les ha llamado
reclaman a las televisoras por mal informar, por generarles una mala imagen
ante la sociedad, pero no se han puesto a pensar que ellos mismos se han
generado esa imagen y que los medios de comunicación no han intervenido mucho al
respecto. Me reconozco como antropóloga y como tal me gusta defender las causas
sociales lo reconozco, pero ¿esta situación actual con la CNTE es una lucha
social? o ¿solo es la representación caduca del sindicalismo charro de
principios del S. XX?
Los leo…
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