Mi nombre no importa,
Ni mi sexo o religion,
Estoy aqui por la necesidad del ser humano
De pertenecer a algo,algo más que un mundo,
Y sean bienvenidos a este
Final forzado de principio necesario....



domingo, 15 de abril de 2012

El hombre de mi vida

Como buena mujer de clase media norteña, fui educada bajo ciertas condiciones, rodeada de un contexto cultural interesante. Todos mis principios, mis ideas, mi forma de ser es norteña netamente, en fin que tengo mi propio contexto y como parte de este crecí viendo las películas de la época de oro del cine mexicano, escuchando a Javier Solís, Miguel Aceves Mejía, Jorge Negrete, Pedro Infante.

Es con este último con quien he encontrado al hombre de mi vida, su personalidad o más bien la de sus personajes, todos esos hombre maravillosos, románticos, trabajadores, respetuosos, dignos, honrados, caballeroso, amable, responsable, servicial, altruista, siempre dispuesto a ayudar y a proteger al otro, siempre dispuesto a dar todo, aunque claro que también era tomador, jugador, parrandero y ojo alegre, pero con un hombre así a mi lado que me importa lo demás!

Crecí viendo sus películas, al día de hoy no hay una que no haya visto y que no sepa de memoria, que no sepas las canciones, los actores que participan, los diálogos, las escenas. Como olvidar las películas como la de escuela de vagabundos donde por una confusión termina enamorado y enamorando, o la de dos tipos de cuidado donde el valor de la amistad es resaltado y las coplas con Jorge Negrete son inolvidables, los tres huastecos donde representa a los tres hermanos un sacerdote, un militar y un comerciante, el mil amores donde una vez canta huapangos y baila sones veracruzanos.

Cada uno de sus personajes reflejaba parte de su personalidad, una completa, ni nunca detallada por nadie salvo por aquellos que compartían la vida, pero en cada caso siempre esbozaba una imagen del hombre mexicano de acuerdo a la época de la cinta igual podía ser un caudillo revolucionario, un indio, un hombre clase mediero, un mecánico pobre, un vagabundo, un ranchero, un mariachi, un empresario regiomontano, en fin la lista es larga y el papel corto, no bastarían unas letras para terminar de nombrarlos, y así es mi hombre ideal.

En cada una de sus películas interpreta una imagen del hombre mexicano que en el imaginario se ha formado o que nosotros mismos hemos formado de él, y es él quien representa la imagen de mi hombre perfecto un hombre mexicano que es sensible que sabe amar a la mujer y respetarla. Con un hombre así a mi lado definitivamente sí me caso, además que con él si digo: pégame, mátame, pero no me dejes!

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